El novedoso edificio será construido acoplándose a los muros de una antigua presa de 100 metros de profundidad, a cuyo pie hay un estanque, a una decena de kilómetros de la colina de Sheshan, punto turístico del extrarradio rural de Shanghai, famoso por su observatorio astronómico.
Al contrario que en los numerosos hoteles alojados en rascacielos del centro de la ciudad (entre los que se encuentra el hotel más alto del mundo, entre los pisos 54 y 87 de la torre Jin Mao), el atractivo de este edificio no estará en los pisos más altos sino en los más bajos, donde contará con un restaurante debajo del agua.
Aunque sus 400 habitaciones estarán todas situadas por debajo del nivel del mar, no se ha confirmado aún si las que estén sumergidas contarán con ventanas, pero sí se precisó que en el piso subterráneo 18, el segundo más profundo, tendrá restaurantes, saunas y otros establecimientos de entretenimiento.
En el piso 19, también sumergido, habrá oficinas y suites de lujo, mientras los dos únicos pisos que asomarán a la superficie servirán para alojar la recepción, salas de conferencias y exposiciones y más restaurantes y clubes de ocio.
El mismo proyecto de desarrollo hostelero de la zona incluye la creación de otro hotel de tres estrellas cerca de la colina de Sheshan, hasta la fecha un punto de atracción para el turismo local de Shanghai que busca unas horas de tranquilidad lejos del centro de la metrópoli.
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