El Futalognkosaurus dukei, un herbívoro que vivió hace unos 80 millones de años en lo que ahora es el norte de la Patagonia, medía entre 32 y 34 metros de largo, casi la misma altura de la estatua del Cristo Redentor de Río de Janeiro. Su nombre se deriva de la lengua indígena mapuche y significa "el jefe gigante de los saurios" y de la denominación de la compañía de energía estadounidense Duke Energy Corp, que financió gran parte de la excavación en Argentina.
El paleontólogo argentino Juan Porfiri dijo que el fósil estaba preservado en un 70 por ciento, comparado con apenas el 10 por ciento de otros hallazgos de dinosaurios en el mundo. "Es un nuevo grupo, una nueva especie", agregó.
Alexandre Kellner, un investigador del Museo Nacional de Río de Janeiro, dijo: "Tenemos todas las vértebras entre la primera del cuello y la primera de la cola, lo que nos podría permitir reevaluar otros dinosaurios".
"Aparte de eso, encontramos una acumulación de fósiles de peces y hojas, así como de otros dinosaurios, cerca del hallazgo, lo que realmente es algo fantástico. Las hojas y dinosaurios juntos, es una gran rareza, nos deja muy felices", agregó.
Los investigadores precisaron que el cuerpo del dinosaurio gigante, que murió por causas desconocidas y su carne fue comida por predadores, fue arrastrado a un río de corriente lenta, donde formó una especie de barrera en la que se acumularon huesos y hojas durante muchos años hasta fosilizarse.

No hay comentarios:
Publicar un comentario