SAN DIEGO, CALIFORNIA.- Tras tres días de incesantes vientos, altas temperaturas y una pertinente sequía, las llamas que han arrasado gran parte del condado de San Diego empiezan a ser atajadas por las cuadrillas de bomberos, mientras que más de medio millón de personas evacuadas de sus hogares aguardan permiso para poder regresar.
miércoles, 24 de octubre de 2007
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