LA TELENOVELA DE SARAH CONTINUA

Cuando pensábamos que la telenovela “La Infiel” había terminado y que del “affaire” Sarah Pepén-Gómez Díaz sería cosa del pasado, nos enteramos de que se le ha añadido un capítulo más.
Tal parece que a la protagonista no le gustó el final y quiere que termine de otra manera.
Claro está procurando sacar más ventajas y beneficios de éste escarceo que la misma “actriz”, locutora y bailarina se empeñó desde un principio en que trascendiera y se dilucidara en la prensa.


Aquí acogimos los primeros capítulos de esta telenovela melodramática que pone al desnudo las intrigas y las pasiones humanas de una bien montada trama, donde como siempre se recurre al maniqueismo de enfrentar "el bien contra el mal".
Sarah ha lanzado ahora una ofensiva judicial en procura de que se les paguen 400 horas extras que según aduce corresponden a los fines de semana en que estuvo
“trabajando y viajando” como parte de la producción del programa Zona 5.
Es decir que sus viajes de fines de semana al interior y al exterior del país junto a su compañero sentimental Juan Ramón Gómez Díaz eran por razones “estrictamente laborales”. Quiere con eso justificar que sólo existía entre ellos una relación de amigos o de patrón a empleada?
Es decir, que desde el 20 de septiembre del pasado año en que se casó con Haffe Gutierrez hasta el mes de diciembre del mismo año lo que hubo con el señor Gómez Díaz fue una relación de trabajo en esos viajes, cuando muy bien se sabe que el equipo de producción del canal y de Zona 5 es quien propiamente asume todo el montaje y la elaboración del programa.
Las “horas extras” en todo caso las asumía producción y no ella que solo era la figura conductora de Zona 5.
Lo que será difícil para Sarah es justificar que al día siguiente de casarse se haya ido con Gómez Díaz a Nueva York y Miami por ocho días, como se puede verificar en los tickets de avión y en las entradas y salidas por Migración.
Los días en que se suponía que debía estar de luna de miel con su esposo, se los pasó “trabajando” con Gómez Díaz en las ciudades señaladas, tiempo feliz por el que ahora reclama “horas extras”.
“Horas extras” que se extendieron hasta diciembre cuando un inusual requerimiento de dinero que se tradujo en la solitud de 500 mil pesos en efectivos que fueron entregados a la madre de Sarah para la apertura de un certificado financiero en el Banco Central y el uso de una tarjeta de crédito suplementaria, a la cual le fueron cargados 260 mil pesos, puso al descubierto todo el tinglado de la trama.
Tal parece que ese dinero, más los RD400,805.96 que se le pagaron por prestaciones laborales ya se le acabaron a la bella Sarah.
De otra manera no se explica la acción encaminada, a la cual corresponderá a los tribunales laborales dilucidar.
Desde siempre hemos tenido afecto por la joven Sarah a la cual vimos emerger como una figura que surgió de la nada para colocarse en los primeros planos de estelaridad de la mano de Juan Ramón Gómez Díaz, a quien algún día muchos como ella tendrán que agradecerle el apoyo que ese señor le ha dado al talento joven marginado, que de no haber sido por Telemicro estarían aún en el anonimato y sin posiblidad alguna de acceso a los canales tradicionales.
Muchachos de barrio que hoy son primerísimas figuras de la televisión y del cine, como Raymon y Miguel, Boca de Piano y otros más han encontrado en los canales de Juan Ramón Gómez Díaz los medios necesarios para trascender, con un trato tan generoso que cuando se han ido y han querido volver los ha recibido de nuevo.
Quien así actúa no puede ser tan malo como quisiera que se creyera en el nuevo final que procura darle a la telenovela titulada “La Infiel” la amiga Sarah.

Extraido de Merengala