Una carrera de automovilismo que se desarrollaba en Australia con normalidad pudo haber terminado en tragedia.
El hecho en cuestión comenzó cuando apareció en plena pista un canguro, que se metió entre los autos y a las corridas fue originando que los pilotos debieran frenar y maniobrar para no atropellarlo.
Es más, dos de los coches llegaron a tocarse porque sus pilotos intentaron esquivar al animal. Sin embargo, el roce no tuvo mayores consecuencias.
La competencia, de todos modos, pudo llegar a buen término a pesar de la sorpresa de los protagonistas y del público.
Lo que destaca la prensa internacional al respecto es que el canguro, a pesar de todos sus esfuerzos, no pudo ser el primero en cruzar la meta
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